2010-10-20

Segmento

Juan Bas, El Correo, 20-10-2010

Dos hechos que quizá son opuestos o tal vez sean complementarios. Ambos sucedieron en el Casco Viejo de Bilbao, se parecen en su naturaleza negativa y dejan mal sabor. El primero. Oí por la noche, desde mi casa, unos gritos destemplados: «¡A ése! ¡A ése! ¡Cogedlo!». Me asomé al balcón. Un joven moro corría por la calle desierta como Zatopek -lo siento, no me sé ningún corredor más reciente; solo ése y Maratón-. Bastantes metros por detrás lo perseguía, con torpeza por la evidente ebriedad, otro chico que iba ¡disfrazado de Supermán! -sin duda era el protagonista de una de esas despedidas de soltero exclusivas para débiles mentales-. Surrealista. La capa roja al viento mientras gritaba que el Zatopek magrebí le había robado el móvil; se lo había quitado de la mano. Supermán cesó la inútil persecución y se lamentó sin resuello, llevándose las manos a la cabeza.

El segundo. Lo vi a unos veinte metros de distancia; fue por el día. Un grupo de personas había atrapado a otro joven moro que acababa de robar el bolso de una anciana. Un tipo fornido mantenía sujeto al ladrón mediante una zarpa en el cogote y un brazo doblado a la espalda. Tras una breve discusión a gritos, el grupo decidió soltarlo. El captor liberó a la presa y le dio un puñetazo en la boca. «¡Para que te vayas caliente!», añadió. El castigado por la justicia popular huyó corriendo, mucho menos airoso que su colega Zatopek, y pasó a mi lado. Lloraba y le sangraba el labio partido.

Estos hechos podrían ser los dos puntos de un segmento en cuya longitud me caben ideas y pensamientos contrapuestos y contradictorios: la repulsa que me produce ver golpear en frío a un muchacho, aunque sea un abusivo ladrón, por parte de un matón cargado de populistas razones vengadoras; el miedo, cada noche de sábado, a que mi hija adolescente sea asaltada en el Casco Viejo por uno de esos ladrones magrebíes -o de cualquier lado- que a menudo golpean a sus víctimas; la deportación para estos casos; que esta delincuencia no lleve a injustas conclusiones de rechazo general al inmigrante; que la pobreza aboca al robo, pero no lo justifica, o sí, mas no de cualquier modo; que si los míos y yo caemos en la pobreza robaré si es preciso, aunque a mí sí me alcanzará Supermán; que no me erigiré en verdugo que golpee a un ladrón para ejemplar castigo público, aunque también soy consciente de que sería capaz de matarlo si hubiera dañado a mi hija; y que ser de aquí o de allí no debe deparar tener más o menos derechos, aunque cuidado con las irreales demagogias.

Está de moda calificarnos de falsos a los que nos seguimos considerando izquierdistas. Suelen hacerlo los que lo fueron, falsos izquierdistas, y ahora son auténticamente de derechas. No sé si todas estas contradicciones que he citado son de un falso izquierdismo, pero sí sé a dónde lleva la mezquina xenofobia, a la más ultramontana derecha, la extrema.

2009-04-02

Contra la religión


¿Consultaríamos con un chamán qué deben aprender nuestros hijos en la escuela? ¿Convocaríamos a una peña del Athletic para decidir qué cuidados paliativos deben ser administrados en la sanidad pública? ¿Acudiríamos a Aramis Fuster para resolver quién está en condiciones de adoptar o de casarse?
Si no lo hacemos no es porque el chamán, la peña del Athletic o Aramis Fuster tengan más o menos seguidores sino porque no existe ninguna razón (honesta) para creer que su opinión importa. Su credibilidad no tiene que ver con su aceptación, por eso nos negamos a tomarlos en serio. No sometemos a votación la ley de la gravedad, simplemente nos limitamos a tenerla bien presente cuando nos asomamos a un acantilado.
Por esa razón resulta tan chocante que las instituciones sigan teniendo en cuenta la opinión de la Iglesia. No hay motivo. No hay, al menos, más motivo para considerar el punto de vista del Papa que el que existe para tomar decisiones sobre la vida real a partir de lo que se le pasa por la cabeza a Paco Porras. El caso de Eluana Englaro demuestra hasta qué punto la superstición sigue instalada en nuestra cultura y cuán necesario sigue siendo adoptar una posición activa a favor de los valores laicos y la erradicación de la religión de nuestras vidas.

2008-01-11

PISA y Babel

Roberto Mielgo, El Correo, 16-12-2007

Ya sé, me lo decía mi abuela, que excepto la muerte, el dolor y la miseria, hay pocas cosas en la vida que tengan realmente el carácter tan dramático que solemos atribuirles, sobre todo cuando nos tocan de lleno. Sin embargo, tengo la impresión de que tras la polvareda levantada por ciertos sectores desde la publicación del Informe PISA 2006, el asunto podría llegar a cobrar dimensiones indeseadas en la preocupación de los ciudadanos. Por eso, desde mi responsabilidad de profesional de la enseñanza, me siento obligado a poner los puntos sobre las íes respecto a alguna de esas cuestiones que ya están empezando a pasar a la categoría de verdades, sólo por lo reiterado del sainete.
No voy a traer aquí los datos concretos del informe, ya que han sido expuestos en numerosas ocasiones en la prensa y pueden ser consultados además en los documentos publicados por el Instituto Vasco de Evaluación (ISEI-IVEI) en su página web. Tampoco voy a entrar en los pormenores de lo que el informe aporta a la reflexión sobre aspectos específicos de nuestro sistema educativo, aunque esto, sin duda, también deberá hacerse.
Lo que quiero, aquí y ahora, es contestar lo más claramente posible a esa aparente avalancha de apreciaciones de bulto, políticamente interesadas y estadísticamente opuestas a lo que el informe significa en lo referente al diagnóstico del sistema educativo vasco, y sobre todo hacerlo ante la opinión pública para evitar alarmas y temores injustificados.
En los últimos días hemos oído y leído cómo el hecho de que la prueba se haya realizado mayoritariamente en español, y no en euskera, ha escandalizado, literalmente, a determinados representantes políticos y sindicales. Es más, su conclusión es que ese hecho, por sí solo, demuestra el fracaso de todo el sistema educativo de la comunidad autónoma, sin entrar a valorar lo que indican los datos del Informe PISA sobre los resultados de nuestros alumnos.
Pues bien, lo primero que conviene aclarar al respecto de la decisión del ISEI-IVEI de hacer la prueba a la mayoría de los alumnos en español -es decir, en su lengua materna- es que este criterio había sido aplicado ya en las pruebas PISA de 2003. Así quedaba expuesto en el informe que el propio Instituto Vasco de Evaluación hizo público, justificando brevemente además aquella decisión. Por si fuera poco, al año siguiente el propio ISEI-IVEI realizó una investigación específica para determinar la incidencia y la adecuación de dicho criterio, haciendo una prueba con ejercicios PISA a un grupo de alumnos de modelo D en ambas lenguas. También se hizo público un informe al respecto a finales de 2004, que confirmaba el interés de mantener la opción por la lengua materna en este tipo de pruebas. Ambos documentos pueden ser consultados en la página web de la institución.
Nadie, en estos últimos cuatro años, parecía escandalizarse como en las últimas semanas por aquella decisión, y el silencio se ha mantenido hasta que recientemente se han hecho públicos los resultados de las pruebas de 2006. Debo confesar que, como mínimo, me intriga cuáles han sido los motivos por los que algunos ponen el grito en el cielo precisamente ahora.
En cualquier caso, no me parece casual que esta alarma repentina esté siendo alentada por quienes llevan tiempo denunciando que nuestro sistema educativo no es otra cosa que un arma del nacionalismo vasco, cuyo fin último sería hacer desaparecer el español en la comunidad autónoma, para conseguir una Euskadi exclusivamene euskaldun. Así se entiende que interpreten el hecho de que la mayoría de los alumnos haya realizado la prueba en español como un fracaso de ese proyecto, porque los alumnos no saben más euskera que español.
Lo que ocurre es que ése no es, ni ha sido nunca, el objetivo de nuestro sistema educativo. El sistema educativo bilingüe vasco se guía fundamentalmente por dos objetivos. El primero es capacitar a los alumnos en aquellas competencias que necesitarán para la vida y la actividad profesional, como cualquier otro sistema educativo. El segundo es conseguir una sociedad futura de ciudadanos bilingües que permita una convivencia normalizada y cordial de las dos comunidades lingüísticas que existen en este país.
No es objetivo de la enseñanza vasca que en ese futuro los ciudadanos dominen mejor la segunda lengua que la primera, cosa además, desde el punto de vista lingüístico, poco menos que milagrosa. Si se ha optado por un sistema de inmersión, es decir, en el que la lengua de aprendizaje es la segunda para la mayoría de los alumnos, es porque los conocimientos que se han tenido hasta el momento han venido a demostrar que ésa es una de las maneras más eficaces de conseguir que adquieran un alto grado de competencia en la segunda lengua, en este caso el euskera, cosa que han demostrado además las evaluaciones de los distintos modelos del sistema vasco en la adquisición del bilingüismo. En este sentido eran comprensibles los temores respecto a si los alumnos serían capaces luego de expresar en su propia lengua los conocimientos adquiridos en otra.
Pues bien, lo que los datos del Informe PISA demuestran es, precisamente, que sí, que son capaces de transferir los conocimientos a su propia lengua, y que de hecho los expresan mejor incluso que en la segunda, lo cual es, en general, lo normal en una persona bilingüe, es decir, dominar mejor su propia lengua que las segundas o terceras. Esto deja claro que el sistema bilingüe vasco no perjudica ni menoscaba el conocimiento y el buen uso del español en nuestros alumnos, es más, lo que dicen los resultados de las pruebas PISA es que la competencia lingüística demostrada por los alumnos vascos es la segunda más alta de toda España, y la mayoría lo han demostrado precisamente en español.
Pero los datos van aún más lejos, ya que además ponen en evidencia que, con respecto a si nuestros alumnos pueden adquirir adecuadamente los conocimientos de las distintas áreas en una lengua que no es la suya (otro de los temores igualmente comprensible), el informe demuestra que el grado de competencia de los alumnos vascos en las áreas evaluadas (ciencias y matemáticas) supera la media española en ambos casos.
De manera que el Informe PISA, desde la lectura de los datos estadísticos que ofrece, lo que ha demostrado es que nuestros alumnos adquieren mejor que la media de España las capacidades de las distintas áreas del conocimiento y son de los más competentes de España en el uso de la lengua, especialmente en español. Y aunque el informe no lo indica, hay que añadir que además nuestros alumnos son bilingües. Pero cuando los datos se han ofrecido con esta lectura, los que han generado toda esta alarma han tratado de desvirtuar este razonamiento, y acusan a quienes lo apoyan de que la comparación con los resultados del resto de España sólo pretende atacar una vez más lo español y alabar las excelencias de lo vasco, en típica señal de triunfalismo nacionalista.
Por lo que a mí respecta, sólo puedo decir que esta comparación es inevitable. Por un lado porque formamos parte del sistema educativo español. Pero sobre todo porque el incesante ataque de ciertos sectores al sistema bilingüe ha venido utilizando como principal argumento que los alumnos vascos, en su mayoría con el español como lengua materna, estaban siendo perjudicados con respecto al resto de los alumnos del sistema educativo español por recibir la educación en euskera. Pues bien, ahora sabemos, gracias al Informe PISA, que no es así.
Sin duda, queda mucho por mejorar para alcanzar los niveles de otros países, pero tal vez ahora, en lugar de recibir el continuo ataque de quienes anteponen sus intereses políticos a los de la ciudadanía, la enseñanza bilingüe del País Vasco pueda empezar a tener, al menos en el seno de España, algo del prestigio de que gozan otras opciones bilingües, como los colegios alemanes o americanos que existen en nuestro territorio... Torres más altas han caído.

2007-06-06

El adulto ausente

Mariano Fernández Enguita, blog personal

En las discusiones sobre los problemas de convivencia en los centros, la educación en valores, etc., se olvida, a mi parecer, lo más elemental, quizá por lo incómodo: la dimisión del profesor como adulto. Todo empezó con la llegada de diversos profesores de apoyo, por un lado necesarios por la presencia de alumnos con necesidades especiales pero por otro una primera válvula por la que apartar de su aula, su grupo y su maestro naturales a quienes se alejaran de la norma. Hoy continúa con la demanda de trabajadores y mediadores sociales; tarde o temprano culminará con la de vigilantes jurados en los centros.

No estoy en contra de ninguna de estas ayudas (ni siquiera de los vigilantes, llegado el caso) si son simplemente eso: ayudas complementarias. El problema es cuando se convierten en sustitutivos. Si el profesor se retrae a su aula, sus alumnos, sus horas, su materia y se desentiende del centro como un todo, por un lado, y del alumno como persona total, por otro; si se ve a si mismo cada vez más como enseñante (¡qué palabra!: rima con máquina pensante, busto parlante…) y menos como educador; si se empeña en ser sólo un profesor ante un alumno y de ningún modo un adulto ante un menor, mal irán las cosas.

Lo que el menor sigue necesitando, por más que deba ser introducido ya en las relaciones funcionales adultas (más especializadas, menos intensas, más formalizadas), es, todavía y por mucho tiempo, al adulto. Sus profesores no suelen fallarle como enseñantes, sino como adultos, y en su caída arrastran a todos los demás. De la ingenuidad de pensar que todo el mundo le quiere (y le aguanta) tanto como papá y mamá pasa a la desconfianza generalizada frente a un mundo adulto ahora encarnado en docenas de profesores que le mantienen a distancia y ni siquiera actúan con normas comunes. Reglamentos, asignaturas, participación, transversalidades… todo es importante en la educación para la convivencia, pero nada lo es tanto como el ejemplo adulto.

2007-02-20

Hau ez ziguten irakatsi

Zergatik ez ziguten hau eskolan irakatsi?

2007-02-17

Etsipen antzua

Xabi Larrañaga, DEIA, 2007-02-16

Berriro ere hezkuntza hizpide, A gaiztoa bazter utzi beharra, B martitzarra moldatzeko asmoa eta zorioneko D hori goratu eta aberastu nahia. Askok azkenaren aldeko apustu bakarra egiten dute, eta nago ez ote diren batzuetan presaka aritzen. Etengabe azaltzen digute gaztelaniazko ereduak ez duela euskalduntzen, erdipurdikoak nahasmendua baino ez duela eragiten eta euskarazkoak maiz eskolarako tresna kamuts eta tristea bihurtu duela hizkuntza. Behin eta berriz marrazten digute errealitatea eta ustekabeko, azkar zuzendu beharreko delitua bailitzan deskribatu.
Balizko bekatuak bekataria sortu du, eta errua, jakina, instituzioei leporatzen diete, gaztetxoek ez baitute euskara on edo apur hori kaleratzen. Baten batek galdetu du ea zergatik ez duten euskarazko jergarik erabiltzen, eta haietako batek zehatz eta gordin erantzun: badutelako besterik eskura, ez dutelako gaztelaniazkoa ordezkatu beharra. Nik ez dut sinisten hizkuntzen liberalismoan: boteretsua bizi eta ahula besterik gabe hiltzen dela dioena gehienetan boteretsuaren jabe da eta traba egiten dio ahularen presentziak, ez zaio gustatzen aniztasuna.
Baina hizkuntzen estatismo hutsean ere fede gutxi nik, edozein gobernuk diruz eta legez lagundutakoak ez baitu zertan ezinbestean iraun, eta makaldu eta hilez gero ez dugu derrigorrez erantzukizun politikorik bilatu behar. Hizkuntzak hiztunek ikasi edo eusteko behar besteko ahalegina egiten ez dutelako ere desagertzen dira. Eta ahalegina itzela da, gizarte osoari nekez exijitu ahal zaio.
Instituzioek ez dute lehengo indarra. Teknikariek lan ikaragarria egin arren, hamaika hizkuntza eskakizun ezarri arren, D eredua zabaldu arren baliteke jendea euskaraz ez mintzatzea, eta ez da inoren errua izango. Gauzak konplikatuagoak dira. Kostaldeko herri batean, inkesten arabera, bostetik bat da euskalduna, eta bertako euskaltzaleak euskara gutxitan entzuten delako kexu dira. Ez dute onartzen bostetik bost erdaldunak ere badirela, eta modu naturalean gaztelaniaz aritzen direla. Egiaren zati bat ezkutatuz gezurra eraikitzen da, fikzioa osatu eta ondorioz etsipena sufritu. Denbora beharko, eta pazientzia. Eta hala ere...

2006-10-17

Las leyes fundamentales de la estupidez humana


Basado en Cipolla, Carlo M.: Allegro ma non troppo, 1998
Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación. A primera vista esta afirmación puede parecer trivial, o más bien obvia, o poco generosa, o quizá las tres cosas a la vez. Sin embargo, un examen más atento revela de lleno la rotunda veracidad de esta afirmación. Cipolla considera que por muy alta que sea la estimación cuantitativa que se haga de la estupidez humana, siempre quedaremos sorprendidos de forma repetida y recurrente por el hecho de que: a. personas que uno ha considerado racionales e inteligentes en el pasado resultan ser inequívocamente estúpidas; b. día tras día, con una monotonía incesante, vemos cómo entorpecen y obstaculizan nuestra actividad individuos obstinadamente estúpidos, que aparecen de improviso e inesperadamente en los lugares y en los momentos menos oportunos. La Primera Ley Fundamental impide la atribución de un valor numérico a la fracción de personas estúpidas respecto del total de la población. Cualquier estimación numérica resultaría ser una subestimación. Por ello en las líneas que siguen se designará la proporción de personas estúpidas en el seno de una población con el símbolo σ.
Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona. No todos los humanos son iguales ya que unos son más estúpidos que otros. Según Cipolla, el grado de estupidez viene determinado genéticamente por la naturaleza pero no está asociado a ninguna otra característica de raza, sexo, nacionalidad o profesión. El profesor Cipolla realizó amplios estudios demográficos con muy diversos sectores de la población. Inicialmente afirma haber comprobado que entre los trabajadores "de cuello azul" existía una fracción σ de estúpidos y que esa fracción era mayor de lo que esperaba, con lo que se confirmaba la primera Ley. Sospechando que podía deberse a falta de cultura o a marginalidad social estudió muestras de trabajadores "de cuello blanco" y a estudiantes, comprobando que entre ellos se mantenía la misma proporción. Más sorprendido aún quedó al medir el mismo parámetro entre los profesores de universidad. Decidió por tanto expandir sus estudios hasta la élite de la sociedad, los laureados con el Premio Nobel. El resultado confirmó el poder supremo de la naturaleza: una proporción σ de laureados con el Nobel son estúpidos.
Tercera Ley Fundamental (o de Oro): Una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas. El análisis de costes y beneficios de Carlo M. Cipolla permite clasificar a los seres humanos en cuatro tipos de personas, cada uno de los cuales ocupa un cuadrante en un sistema de coordenadas. Si representamos en el eje de abcisas el beneficio, positivo o negativo, que obtiene el individuo y en el eje de ordenadas el beneficio (+) o coste (-) que causa a los demás, podemos definir y estimar las coordenadas de los siguientes tipos: Desgraciado (D): aquel que se causa un perjuicio a sí mismo, beneficiando a los demás. Inteligente (I): aquel que se beneficia a sí mismo, beneficiando a los demás. Bandido (B): aquel que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás. Estúpido (E): aquel que causa pérdidas a otros, perjudicándose a la vez a sí mismo. La mayoría de los individuos no actúa consistentemente. Bajo ciertas circunstancias una persona puede actuar inteligentemente y en otras actuar como desgraciado. La única importante excepción a esta regla es la de las personas estúpidas que normalmente muestran una fuerte tendencia hacia un comportamiento estúpido en cualquier actividad o empresa. Para los demás, podremos calcular su posición en el eje de coordenadas como una media de los resultados de sus acciones en términos de costes y beneficios causados sobre sí mismos y sobre los demás. Esta posibilidad nos permite hacer la siguiente digresión: consideraremos un "bandido perfecto" aquel que mediante sus acciones obtiene para sí mismo un beneficio igual al coste que origina en los demás. Es el caso del ladrón que roba a otro cien euros sin causarle ningún coste adicional. Esta situación puede ser definida como un "juego de suma cero" en el que el conjunto de la sociedad ni gana ni pierde. Sin embargo los "bandidos perfectos" son relativamente escasos. Es más frecuente que haya "bandidos inteligentes" (Bi) que obtienen más beneficios que los costes que causan, o "bandidos estúpidos" (Be), que para obtener algún beneficio causan un coste alto a los demás. Es mucho más frecuente el individuo Be. Ejemplo de este último puede ser el ladrón que destroza los cristales de un coche para robar su radio o el que asesina a alguien para irse con su mujer a pasar un fin de semana en Montecarlo.
Los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido. Una persona inteligente puede entender la lógica de un bandido. Las acciones de un bandido siguen un modelo de racionalidad. El bandido quiere obtener beneficios. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener beneficios para sí procurando también beneficios a los demás, deberá obtener su beneficio causando pérdidas a su prójimo. Ciertamente, esto no es justo, pero es racional, y siendo racional, puede preverse. En definitiva, las relaciones con un bandido son posibles puesto que sus sucias maniobras y sus deplorables aspiraciones pueden preverse y, en la mayoría de los casos, se puede preparar la oportuna defensa. Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Tal como está implícito en la Tercera Ley Fundamental, una criatura estúpida nos perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo racional de prever cuándo, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado. Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, es lógico pensar que tienen todas las de ganar porque: a. generalmente el ataque nos coge por sorpresa. b. incluso cuando se tiene conocimiento del ataque, no es posible organizar una defensa racional porque el ataque, en sí mismo, carece de cualquier tipo de estructura racional. El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales, no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Y hay que tener en cuenta también otra circunstancia: la persona inteligente sabe que es inteligente; el bandido es consciente de que es un bandido y el desgraciado incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Pero al contrario que todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido y esto contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador.
Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error. No hay que asombrarse de que las personas desgraciadas e incautas no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni los bandidos consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez. Es extremadamente difícil explicar por qué sucede esto. Se puede tan sólo formular la hipótesis de que, a menudo, tanto los inteligentes como los bandidos, cuando son abordados por individuos estúpidos, cometen el error de abandonarse a sentimientos de autocomplacencia y desprecio en lugar de preparar la defensa y segregar inmediatamente cantidades ingentes de adrenalina ante tamaña situación de peligro. Uno de los errores más comunes es llegar a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto no es más que confundir la estupidez por la candidez de los desgraciados. A veces hasta se puede caer en la tentación de asociarse con un individuo estúpido con el objeto de utilizarlo en provecho propio. Tal maniobra no puede tener más que efectos desastrosos porque: a) está basada en la total incomprensión de la naturaleza esencial de la estupidez y b) da a la persona estúpida la oportunidad de desarrollar sus capacidades aún más allá de lo originalmente supuesto. Uno puede hacerse la ilusión de que está manipulando a una persona estúpida y, hasta cierto punto, puede que incluso lo consiga, pero debido al comportamiento errático del estúpido, no se pueden prever todas sus acciones y reacciones y muy pronto uno se verá arruinado y destruido sin remedio. A lo largo de los siglos, en la vida pública y privada, innumerables personas no han tenido en cuenta la Cuarta Ley Fundamental y esto ha ocasionado pérdidas incalculables.
Macroanálisis y Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. Las consideraciones finales de la Ley cuarta nos conducen a un análisis de tipo "macro", según el cual, en lugar del bienestar individual, se toma en consideración el bienestar de la sociedad, definido, en este contexto, como la suma algebraica de las condiciones del bienestar individual. Es esencial para efectuar este análisis una completa comprensión de la Quinta Ley Fundamental. No obstante, es preciso añadir que de las cinco leyes fundamentales, la Quinta es, de largo, las más conocida. El corolario de la ley dice así: el estúpido es más peligroso que el bandido. La formulación de la ley y el corolario son aún del tipo "micro". Sin embargo, tal como hemos anunciado anteriormente, la ley y su corolario tienen profundas implicaciones de naturaleza "macro". Si todos los miembros de una sociedad fuesen bandidos perfectos, la sociedad quedaría en una situación estancada pero no se producirían grandes desastres. Todo quedaría reducido a transferencias masivas de riqueza y bienestar. Pero cuando los estúpidos entran en acción las cosas cambian completamente. Las personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras personas sin obtener ningún beneficio para ellas mismas y, por consiguiente, la sociedad entera se empobrece. El profesor Carlo M. Cipolla, erudito historiador que ha investigado intensamente la sociedad clásica romana, la sociedad medieval y muchas otras de la antigüedad, está perfectamente cualificado para afirmar, como hace, que el coeficiente σ es una constante histórica. ¿Por qué entonces unas sociedades prosperan y otras entran en decadencia? Depende exclusivamente de la capacidad de los individuos inteligentes para mantener a raya a los estúpidos. Más aún: en las sociedades en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos sigue siendo igual a σ; sin embargo, en el resto de la población Cipolla observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de bandidos con un elevado porcentaje de estupidez. Y entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los desgraciados incautos. Tal cambio en la composición de la población de los no estúpidos es el que refuerza inevitablemente el poder destructivo de la fracción σ y conduce al país a la ruina.

2006-01-24

Irudimena bultzatzen

2005-12-30

Urrezko giltza

Urrezko Giltza nire eskuetara oraintsu heldu den liburu baten izenburua da. Liburuan bertan esaten zaigunez, Urrezko Giltza, berez, Grimm anaien ipuin labur bat da: mutiko batek giltza bat topatu du elur artean, eta kutxa bat gero; hiru bider jiratu du giltza, eta hain zuzen ere kutxa zabaltzekotan dela amaituko da ipuina. Badirudi ipuinak misterioa zabalik utzi nahi duela eta guk geuk imajinatu beharra daukagula kutxan zer-nolako altxor miresgarriak dauden... Eta liburu honen helburua kutxa misteriotsua apur bat zabaltzea izan da eta, hara non, kutxan tradizioa topatu dugun, eta urrezko hitz asko...
Patxi Zubizarreta idazleak istorio bizi-bizi bat asmatu du, nolabait ere familia baten urte osoko bizitza kontatzen duena: ama ile-apaintzailea, aita kamioizalea, Kattalin, Nikolas eta Malen haurrak, aitona nekazaria eta amona bidaiazalea, eta baita ile-apaindegira joaten diren lagun kuttunak: musika irakaslea eta lorezain pobrea.
Jokin Mitxelenak ilustratu duen historia hau urtaroen arabera banaturik dator, eta bertan jasotzen dira familia horren bizipenak eta egunerokotasuna: festa nagusiak, ospakizunak, jolasak, sehaska kantuak, hortz erortzeak, animaliekiko eta naturarekiko harremanak, ezbeharrak...
Ipuinen jatorria, oro har, Euskal Herria da, baina asko eta asko tradizio desberdinetatik hartutakoak dira. Euskal jatorrikoak dira, aldiz, bai kantuak bai formulak.
Liburuarekin batera bi CD datoz. Orotara, 25 ipuin, 25 kantu eta 25 formula ttiki inguru -hamaika urrezko hitz ahots eta hots bihurturik-, ikasgelan nahiz etxean modu jostarinean ezagutzeko eta tradizioarekin jolas egiteko, hau da, ipuinen eta kantuen moldaketak egiteko, ipuinen amaierak aldatzeko, eskaintzen zaizkigun hainbat egitura erabili eta itzulipurdikatzeko; aukera paregabea, beraz, material hau guztia liburutik berriro ere sorburu izan zuen ahozkotasunera itzul dadin, tradizioa jostagarri izan dadin, gu geu jasotzaile ez ezik sortzaile ere izan gaitezen. Tradizioa gogoko dugulako, eta iragan minez ez, baina etorkizunari begira dihardugulako, horra hor proposamena.

2005-12-12

Z eredua

Koldo Izagirre Ureaga, BERRIA, 2005-05-01

Denek zekitela. Denek zekiten, adituek, pedagogoek, euskaltzaleek, kontseilukideek... denek, gure eskoletako gaztetxoek euskara maila kaskarra daukatelakoa. Denek zekitela eta denek egiten dutela bat diagnostikoan: ereduak porrot egin du. Lasai gelditu gara, atzemana dugu sistemaren arrakala...

Ereduak porrot? Denok dakigu ikasle gehienek ateratzen dutela EGA titulua. Denok dakigu kirol jarduera guztiak erdalduntze lanean ari direla atertu gabe. Denok dakigu denok gaudela zoratzen gure seme-alabak kirolari ospetsuak izateko. Denok dakigu ikasturte honetan bertan harrotasunez esan zitzaigula OCDEko herrialdeen batez bestekoetan zegoela EAEko ikasleria. Denok dakigu Fisika, Kimika eta Geometria ordu kopurua handitzeko asmoa zeukala Jaurlaritzak iazko abenduan. Denok dakigu gure gazteek ez dutela euskaraz irakurtzen. Denok dakigu gure gazteek ez dutela euskaraz irakurri nahi, ez zaielako transmititu beraien interesekorik ezer euskarazko testuak ikasarazi zaizkienean. Denok dakigu Euskara ez dela Hizkuntza, Euskara baizik.

Ereduak porrot? Denok egin dugu barre. Denok egin dugu negar gure politikoen hizkuntza maila entzun eta ikusitakoan. Denok dakigu Arnaldo Otegi ez dela gauza «un nuevo escenario» euskaraz esateko. Denok dakigu Begoña Errazti ez dela gauza «no mezclemos churras con merinas» euskaraz adierazteko. Denok dakigu Ibarretxek ez zukeela euskaraz ikasiko lehendakarirako izendatu ez balute. Denok dakigu Europak euskara hizkuntza ofizialtzat har zezala eskatu zuela Bruselako Europarlamentuan Josu Jon Imazek, denok dakigunean -ez dakienak sinetsiko ahal dit!- Eusko Legebiltzarrean ez dagoela itzulpenik euskaldunontzat. Denok dakigu maila batetik goiti euskararena simulakro hutsa dela, gezurretan ari zaizkigula, hauetarik, horietarik, haietarik inork inork inork ez duela bere egitekoa euskaraz bizi.

Ereduak porrot? Denok dakigu seme-alabak gurasoetarik sortzen direla. Denok dakigu ez dakigula oso ongi zergatik matrikulatzen dituzten guraso askok beren seme-alabak euskal ereduetan. Denok dakigu haurrek erdaraz egiten dutela patioan, zain dauzkatelarik gurasoek atarian egiten duten bezalaxe. Denok dakigu eskolan euskaraz ezinean ari dena ez dela euskaldunduko gurasoek ahaleginik egiten ez badute. Denok dakigu hagitz guraso gutik hartzen duela haurren eskolakoaren ardura.
Ereduak porrot? Denok amorratu gara Euskadi Gaztea entzun behar izan dugunetan. Denok daukagu gogoan Mikel Markezen artikulu eder hura, alabei Euskal Telebista ikustea debekatu zienekoa. Denok dakigu denok dakigula erdaraz. Denok dakigu ertzain bati gure hizkuntzan eginez gero «¿Tú de qué vas?» entzuteko arriskua daukagula. Denok dakigu euskara ehuneko hainbeste dela abertzale erdaldunentzat. Denok dakigu Gari gaztelaniaz kantatzen hasia dela Euskal Herrian. Denok dakigu euskaldun gehiagok irakurri duela Atxaga gaztelaniaz, euskaraz baino.

Ereduak porrot? Denok dakigu irakaskuntza ez dela besteak bezalako lanbidea, eta karrerako titulu batek ez duela irakasteko gaitasuna ematen. Denok dakigu Erkidegoa ez den eta hala ere Euskal Herria dugun zati batean, Institut Universitaire de Formation des Maîtres eskola berezi eta zorrotzean ikasi behar dutela bi urtez irakaslegaiek, unibertsitatean hiru urteko Licence diploma eskuratu ostean. Denok dakigu gure pedagogoek eskola-liburuetarako sortzen dituzten testuak editorialetan garbitu jantzi orraztu egin behar direla, kalera txukun aterako badira. Denok dakigu IRALE Irakasleak Alfabetatzeko eta Euskalduntzeko Erakundea dela, nondik ateratzen dugun denok dakigu irakasleetan badaudela euskaraz ez dakitenak eta badaudela analfabetoak direnak.

Ereduak porrot? Denok dakigu aste honetan bertan zortzi gaztetxoren lepora bota nahi dugula ikaskide baten suizidioa. Denok dakigu gaztetxo horiek hondarribitarrak direla. Denok dakigu Hondarribian gurasoek berek eraman dituztela haurrak ekitaldi publiko batean beren gisara irten nahi zutenei tu egitera. Denok dakigu EAEko Hezkuntza Sailburuak esku hanka buru hartu zuela suizidatuaren gurasoek deituriko manifestaldi populista dolubakoan. Denok dakigu guraso horiek irakasleak kulpabletu nahi izan zituztela aurrena, eta orain seme hilaren ikaskideak dituztela errudun egin, ez hedabide gehienen laguntza eta botere publiko guztien konplizitatea gabe. Denok dakigu Jokin Z.ren gurasoek behin eta birritan esan zuten harako hura, denok omen genekiela zer gertatzen zitzaion beren haur dohakabeari. Denok, Z.tarrek izan ezik.

Ez, ereduak ez du porrot egin. Ereduak biziki ongi funtzionatu du, bortizkerian bezala hizkuntzan: emaitzak froga. Baina inork ez dugu geure erantzukizuna aitortuko.
Z. ereduan gaude matrikulatuak... denok.

2005-12-07

Los hablantes de euskara que decidieron no serlo

Jose Luis Sesma Sánchez, DIARÍO DE NOTICIAS, 2003-10-19

PRIMAVERA de 2001, un instituto de Secundaria de modelo D en la zona mixta. Un grupo de bachillerato solicita a su profesora unos minutos para debatir y votar una huelga contra el Decreto Foral de Diciembre de 2000 que en su opinión (y en la mía) pretende restringir el uso del euskara en las Administraciones públicas de Navarra; los argumentos manejados por la asamblea de alumnos son, como es esperable, que el citado Decreto limita sus derechos a vivir en euskara. Ante el asombro de la profesora, los alumnos (escolarizados desde los tres años en modelo D y habituales en cualquier movilización a favor del euskara) desarrollan su asamblea ¡en castellano! Cuando la profesora les pregunta al respecto, ningún alumno se sonroja o insinúa algún atisbo de autocrítica; da la impresión de que ni siquiera son conscientes de la contradicción. Cuando se les pide que expliquen por qué no sólo en la asamblea sino en ningún momento de su jornada escolar hablan la lengua en la que dicen querer vivir, no se produce lo que en la jerga docente de hoy llamamos disonancia cognitiva, esto es, no sufren ningún cruce de cables ante su evidente incoherencia; se irritan ante la pregunta y sostienen que la responsabilidad no es suya, sino siempre es de algo externo: la Historia, el sistema, el Gobierno español, la globalización o el duque de Alba.

Y lo terrible de esta anécdota (y la tesis de este artículo) es que no es una anécdota, no es un hecho aislado sino la situación general. Hay dos excepciones pero la afirmación fuerte es que la inmensa mayoría de los escolarizados y ex escolarizados en euskara en Navarra (que no proceden de un entorno familiar euskaldun) ni hablan, ni al parecer tienen ninguna intención de hablar euskara fuera de la tarea escolar y el trato con el profesorado. Como decía, hay dos importantes excepciones: los euskaldunes de familia y una minoría de escolarizados y ex escolarizados que militante y coherentemente han integrado el euskara en su vida. El problema del grupo de transmisión familiar no es que sea más o menos pequeño, el problema es que no puede crecer más allá del crecimiento demográfico. El otro grupo, importante por su actividad pero muy minoritario, lo constituyen los escolarizados que han decidido integrar el euskara en su vida; a menudo están ligados a actividades en euskara; a veces estas actividades son profesionales (traductores, profesores) pero otras veces no lo son (campañas pro euskara, militancia política o sindical). Su postura es absolutamente coherente e impecable. Su número es, como decía, escaso.

PORQUE el problema es la zona mixta, esos ya miles (¡!) de escolarizados y ex escolarizados que acaban el bachillerato, que acuden puntualmente a la Korrika y al Oinez, que se indignan periódicamente con UPN y que están dispuestos a muchos esfuerzos por el euskara... excepto hablarlo (o leerlo); que quieren que todo el mundo hable euskara, excepto al parecer ellos mismos. Y voy a reformular aquí la tesis de este artículo pero de un modo que estoy seguro va a resultar mucho más polémico: el verdadero problema de la (no) utilización del euskara en Navarra es que la mayoría de los euskaldunizados han decidido no hablarlo. Y lo han decidido pero sin aceptar que lo hayan decidido; porque aceptar que no quieren hablar euskara sí que les produciría disonancia cognitiva, y también disonancia emocional y vértigo vital.

¿Quiero decir con todo esto que la actuación de la Administración navarra es irrelevante? No es así. Está claro para mí que UPN pone las trabas que puede al uso del euskara en el ámbito público; imagino que su sueño sería derogar una Ley del Vascuence a la que siempre se opuso y hacer desaparecer los modelos D que han sido el verdadero motor de la euskaldunización; en definitiva Miguel Sanz hace lo que puede, el hombre, para reducir el uso del euskara y por ejemplo promulga el Decreto de Diciembre de 2000. Pero digamos la verdad: aunque este Decreto restringe el uso del euskara en las Administraciones, no es ésta la causa por la que los euskaldunes de la Zona Mixta no hablan euskara.

Por supuesto que no hablan o leen euskara porque les es más cómodo hacerlo en castellano. Por supuesto que aquí está el quid del asunto. Por supuesto que los euskaldunizados se encuentran en una situación de diglosia que les viene dada por la historia; pero entonces deberían formularlo de otra manera: "dado que por razones históricas, culturales, de presión del medio, etcétera nos es más cómodo hablar en castellano, hemos decidido hablar en castellano incluso en los ámbitos en los que podemos hablar euskara" (hay además un evidente círculo vicioso en el que no hay que insistir: puesto que no lo hablan, lo hablan mal y todavía les resulta más incómodo hacerlo; entonces, no lo hablan...). Y ésta es la afirmación fuerte que nadie, ni ellos -los actores- ni los que sacan conclusiones y lecturas políticas o lingüísticas de la encuesta del Gobierno vasco sobre el uso del euskara entre 1991-2001 se atreven a hacer. La encuesta confirma (me remito a la versión de Berria, 26 de septiembre) lo que cualquiera que trabaje en la enseñanza en euskara sabe hace tiempo: incluso en la CAV y por supuesto en Navarra hay un aumento del uso público del euskara (enseñanza, Administraciones) y una reducción (porcentual) del uso privado; esta reducción en el uso cotidiano se debe al aumento porcentual de euskaldunberris. Es decir, lo que ya intuitivamente sabíamos: los euskaldunzaharras siguen hablando y la mayoría de los escolarizados en euskara procedentes de hogares castellanoparlantes han decidido (o deciden cada día) no hablar euskara. Pero como este hecho es difícil de digerir, o bien se niega (quiero hablar aunque no hablo¡!), o bien se buscan causas no principales (el insuficiente apoyo administrativo), o causas fantasiosas (el euskara escolar es excesivamente gramatical). No me lo invento, lo leí en Berria hace un par de meses (cualquiera que enseñe en modelos D de la zona mixta puede dar cuenta del excesivo gramaticalismo del euskara de los alumnos).

Y a nadie, repito, a nadie le he oído pronunciar mi tesis, a saber, que la mayoría de euskaldunizados en Navarra -hoy por hoy- no quieren hablar euskara; y me temo que no lo he oído porque no es políticamente correcto decirlo en ambientes euskaltzales. Para mí es muy comprensible que los euskaldunizados no quieran hablar euskara, puesto que hacer tuya de verdad una lengua que no es la primera en un ambiente castellanoparlante es un esfuerzo muy grande. Es comprensible y es respetable como opción personal; lo que no es comprensible y mucho menos respetable es mantener la ficción de que se quiere (y se exige) vivir en euskara cuando todos los días se decide no hacerlo. Si preguntaran a los euskaltzales las causas de la escasa utilización del euskara en Navarra en los últimos 20 años apuntarían al Gobierno, a los medios de comunicación o al genocidio lingüístico; jamás a la propia responsabilidad de los que han aprendido y no ejercen.

2005-12-06

Que sea ninfómana

Fede de los Ríos, GARA 2005-12-4

Un estudio en la Comunidad de Madrid realizado con 2.600 chicos y chicas de entre 12 y 18 años, todos ellos en periodo de escolarización, refleja datos significativos.
Los atributos más señalados del chico ideal fueron los de guapo, listo, amable, educado y malote. La chica ideal: «simpática», «que utilice ropa interior transparente", «no ponga los cuernos» y que sea «ninfómana». A la pregunta «¿Puede existir amor si hay maltrato?» o «¿Si te pegan te quieren?», la respuesta fue afirmativa en el 80% de las chicas y en el 75% de los chicos.

Otro estudio destaca que un tercio de entre 14 y 18 años cree que es positivo tratar con desprecio a los homosexuales.

En un Instituto de Iruñea, en los cinco cursos de 1º de Eso (12-13 años), la chica ideal debería de poseer «muchas tetas», ­de tamaño, no de cantidad­. El chico tener «cuadraditos», ­músculos abdominales marcados­.

«­Vanessa, ¿qué quieres ser de mayor? ­¿Yo?, un útero castañeteante, como quieren los malotes de mis amiguitos. ­¿Y tú Jonnathan? ­Yo, un guapo caparazón de tortuga con sus protuberancias bien definidas como anhelan mis compañeras y, eso sí, muy machote».

En el Estado español el 41% de los jóvenes escolarizados cree en los horóscopos y en la astrología, el 33% en la predicción del futuro, el 29% en la curación por magnetismo personal y el 19 % en personas que contactan con «el más allá». Los negros huelen mal, los moros son unos vagos y los sudacas, ladrones.

¿Y nuestras preclaras autoridades educativas y esforzados pedagogos? Preocupados porque los escolares desconocen los afluentes del Guadalquivir, escriben «haber» sin h, no saben dividir con decimales y ausencia de disciplina en las aulas. ¿Los padres y madres, tan comprensivos ellos?

Como se acercan las entrañables Navidades, ¡preparen a los cachorros para satisfacer sus ideales! Pídanle a Olentzero regalos que satisfagan las expectativas de sus vástagos: para la nena, unas bolas chinas con vibrador; para el nene, un Abdomineizer. Para ambos, un dvd con los mejores momentos de Paco Porras y la bruja Lola. Si además le acompañan dos velas negras, en el caso de las niñas podemos matar dos pájaros de un tiro. Con la compra del kit completo se regala una túnica blanca y capirote con dibujo frontal KKK en dorado, válida para la noche de Halloween, tan nuestra, y las procesiones de Semana Santa.

Otra visión de la LOE

Somos un grupo de docentes de todos los niveles educativos que estamos muy preocupados por el bajo nivel cultural en nuestra sociedad, los altos indices de fracaso escolar y la proliferación de telebasura.
Para salir de esta situación queremos traspasar los muros de las escuelas, los institutos y las universidades, llevando la cultura y la educación a ámbitos en los que hasta la fecha hemos estado ausentes, en los que nuestra dejadez ha privado a muchos ciudadanos del derecho universal a la cultura y la educación.
Como primer paso, queremos llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que nos cedan un diez por ciento del tiempo de las misas con el fin de que profesores especialistas en las distintas disciplinas puedan llegar más fácilmente a los creyentes mediante breves intervenciones didácticas. Estamos estudiando cuál será el momento idóneo para insertar en las misas contenidos científicos y culturales, tal vez inmediatamente después de la consagración o justo antes del padre nuestro.
Está claro que algunos feligreses podrán, con razón, objetar que ellos no tienen porqué aumentar sus conocimientos ni su cultura, ya que acuden a misa con el sólo fin de orar y escuchar la palabra de Dios. Para solucionar este problema, y aunque pudiera parecer inconstitucional, a la entrada a la Iglesia les haríamos rellenar un formulario para que manifestaran su preferencia por la religión o la cultura. Una vez identificadas estas personas, podrán abandonar en el momento adecuado la nave principal de la Iglesia y reunirse en las capillas laterales, la cripta o el salón parroquial. Con el fin de evitar agravios, estas personas podrán recibir durante ese rato charlas de carácter no cultural ni educativo pero muy relacionadas con los contenidos que se están impartiendo en ese momento al resto de los fieles desde el altar. Por ejemplo, los feligreses que no quieran repasar la tabla periódica, estudiarán los efectos perniciosos de los colorantes alimentarios, los que no quieran hacer ejercicios de educación física podrán ver un documental sobre la obesidad, y los que no quieran repasar los verbos irregulares ingleses podrán estudiar estadisticas sobre la importancia de hablar idiomas en el mundo moderno. Los obispos nos han adelantado que no habrá problema en computar el tiempo de cualquiera de estas actividades como tiempo equiparable al dedicado a escuchar la palabra de Dios, a la oración, a la contemplación, la penitencia o a la caridad y en ningún caso podrá discriminarse el acceso a la salvación eterna a los fieles en razón a sus preferencias religiosas o educativas. Tampoco han puesto la más mínima objeción a la aparente contradicción derivada de que el contenido de las misas esté basado en la fe y las creencias, en contraste con la naturaleza científica y académica de los contenidos que habitualmente impartimos en las aulas.
En un primer momento, las clases se impartirán sólo durante las misas obligatorias de los domingos y fiestas de guardar, para más adelante extenderse a otros actos religiosos de asistencia no obligatoria como bautizos, bodas, comuniones, funerales, ejercicios espirituales, ordenaciones sacerdotales e incluso ceremonias de canonización o beatificación.
Pero, ¿de dónde saldrá el dinero para pagar al profesorado que trabaje los domingos? Sin duda alguna de los donativos que los fieles depositan en los cepillos, del porcentaje de impuestos destinados al sostenimiento de la Iglesia Católica o, en general, de los presupuestos de la Iglesia. Para garantizar la calidad de las enseñanzas impartidas, nuestra asociación gestionará directamente el dinero aportado por la Iglesia y contratará a profesores de sólida formación pedagógica y cientí­fica que se encargarán de impartir las clases durante las misas.
Naturalmente, dado el carácter eminentemente laico de las clases, no dudaríamos en despedir fulminantemente a aquellos profesores que no mantuvieran una coherencia laica entre su vida profesional y personal haciendo cosas como casarse por la iglesia, acudir a misa semanalmente participar en cualquier tipo de actos religiosos. Finalmente, llevaremos nuestras negociaciones hasta el mismo Vaticano, con cuyas autoridades firmaríamos un Concordato que garantizara la continuidad de nuestra noble tarea docente en las iglesias durante los años venideros.